Nota y Fotos: Jesús Aguirre Galán

Hace aproximadamente 5 años, uno de los tantos cerros que forman el Parque Nacional El Veladero fue invadido por familias. Talaron árboles, construyeron casas de madera y lámina en la ladera del cerro, cada predio se vendió en 5 mil pesos por dos individuos, uno conocido como “Don Teo” y el otro como “Roberto”, ambos vecinos de Palma Sola.

Sin regulación urbana, no hay servicio de agua potable o drenaje, tienen energía eléctrica de forma clandestina, sus desechos y basura van a parar al Río del Camarón que fluye muy cerca de esta área, entre los cerros.

Con el paso del Huracán Otis, viviendas y árboles fueron arrasados por los fuertes vientos, las personas que las habitaban sobrevivieron de milagro, el área quedó devastada y pérdida total de las “propiedades”.

A unos kilómetros sigue el incendio que está acabando con la flora y fauna de esta reserva ecológica. Con los apoyos que dio el Gobierno Federal estas personas están construyendo nuevamente sus viviendas, en las gráficas se puede apreciar pequeños deslaves y agrietamientos en las laderas del cerro, justo ahí donde está la zona invadida.

Es solo sentido común pensar que, en la próxima temporada de lluvias, la tierra de la ladera del cerro se reblandezca y esto provoque deslaves, poniendo en riesgo, no tan solo a los invasores, sino también a las casas de más abajo. Por este medio, vecinos de la colonia Palma Sola hacen un llamado al Gobierno Municipal y Protección Civil para que analicen esta situación, para muchos, preocupante.