Claudia Sheinbaum, ahora sí, defiende “logros” del gobierno de López Obrador, pero no a sus hijos
El segundo debate, subido de tono; “narcocandidata” y “corrupta”, se acusan
* Dos horas de una puesta en escena en las que Xóchitl Gálvez recupera el empuje que perdió en el primer encuentro.
* La abanderada oficial trató de no engancharse y de ni siquiera mirar a su rival, pero se vio obligada a responder
Joel Solís Vargas
El segundo debate presidencial, este domingo 28 de abril, se distinguió por la mayor libertad que tuvieron las candidatas y el candidato para hacer uso de su tiempo y confrontarse entre sí, a diferencia del primer encuentro, hasta el punto de cruzar la línea de la legalidad en sus acusaciones entre ambas: una acusó a la otra de “corrupta” y la otra reviró con el señalamiento de “narcocandidata”.
Y quien más aprovechó esa libertad fue la candidata de la oposición Xóchitl Gálvez Ruiz, quien aprendió de sus errores de la primera vez, y activó desde el primer momento una cacería sin tregua contra la candidata del oficialismo, Claudia Sheinbaum Pardo, y la mantuvo a lo largo de todo el encuentro. Y lo hizo con frases cortas, sintéticas y contundentes.
En cambio, fue notoria la actitud de la abanderada de Morena de no responder y no engancharse, en aparente afán de no dar importancia a su rival. Pero se la dio.
Pero las preguntas de la opositora y su insistencia lograron desubicar y sacar de balance a la candidata oficial, y eso también fue notorio.
Esta vez, Claudia Sheinbaum sí cumplió los deseos del presidente Andrés Manuel López Obrador: defendió los que el régimen considera logros e incluso defendió a su indefendible candidata al gobierno de Veracruz, Rocío Nahle. Pero no exculpó ni justificó a los hijos del Presidente, señalados de estar enriqueciéndose con la construcción del Tren Maya, lo cual le recordó Xóchitl Gálvez varias veces.
A ratos contestaria, Sheinbaum Pardo logró lanzar algunos golpes, pero la candidata opositora se dio tiempo para rebatir con argumentos convincentes.
Por su parte, desde la comodidad de no ser el foco de atención, el candidato de Movimiento Ciudadano, Jorge Álvarez Máynez, se dedicó a sonreír, a presentar sus propuestas de gobierno y a lanzar dardos envenenados a una y otra rivales, quizá consciente de que medios y políticos lo acusan de ser el esquirol de Morena y de López Obrador, cuyo único propósito es quitar votos a Xóchitl Gálvez para beneficiar a Claudia Sheinbaum.
Este debate también tuvo otra novedad: preguntas ciudadanas en video, como para que el presidente López Obrador y el dirigente de Morena, Mario Delgado, no vuelvan a quejarse de que las preguntas están manipuladas por el INE y por los moderadores.
Por cierto, estos fueron Adriana Pérez Cañedo y Alejandro Cacho, y el encuentro se desarrolló en los estudios Churubusco para no repetir los errores técnicos del primer debate.
A continuación, una apretada síntesis del encuentro de este domingo por la noche:
Xóchitl Gálvez, algo nerviosa, apenas comenzado el encuentro, lanza su primer ataque al asegurar que el principal problema económico de México es la extorsión y que la causa es la política del gobierno en materia de seguridad pública. Señaló que Morena “es narcogobierno”.
Claudia, también algo nerviosa, replica que “el único narcogobierno es el de Calderón”, como si esto tuviera que ver con su adversaria.
En su turno, Álvarez Máynez señaló que “la militarización que comenzó con Calderón ha seguido en este gobierno”.
Tras la primera pregunta de los moderadores, Xóchitl Gálvez volvió a la carga: “Claudia, tú eres candidata de un narcopartido”.
La candidata de Morena enumera los logros de este gobierno, afirma que es “el gobierno de la transformación” y refuta todos los señalamientos de su opositora. Pero mientras está en uso de su tiempo, la abanderada de la alianza PRI-PAN-PRD la interrumpe: “miente, miente”.
Le dan la palabra y refuta: Claudia recibió financiamiento en la pandemia de covid, y a pesar de eso perdió 20 mil empleos.
Más adelante acusa: los de Morena “endeudaron al país, ya se acabaron el dinero, ahora van por las afores”.
Sheinbaum Pardo sigue hablando de los logros de este gobierno: Fomento al mercado interno, por el aumento salarial y los programas sociales.
Xóchitl Gálvez la acusa de gastar ingentes cantidades de dinero público en su imagen personal durante su gobierno al frente de la Ciudad de México y de haber abandonado el cuidado del agua.
Luego asesta otro golpe: 2 billones de pesos ha dado este gobierno a Pemex, cifra que equivale a 8 millones de casas de interés social. Y esa empresa petrolera “es un robadero”.
Y continuó: “la candidata de las mentiras anda de turista electoral y cree que en el pasado no se hizo nada”.
Claudia Sheinbaum la acusa de haber sido cómplice del gobierno federal de Vicente Fox y del estatal de Enrique Peña Nieto en el Edomex cuando “la peor represión a un pueblo indígena, a San Salvador Atenco”. Y agregó que, cuando Gálvez Ruiz estuvo al frente de la Comisión de Pueblos Indígenas utilizó la su cargo para obtener 17 contratos millonarios para la empresa de la que su marido es director general. “Mi familia es proba, nunca usó recursos públicos para enriquecerse”, remachó.
“Tener contratos legales no es delito; delito es ver al marido robando y no pisar la cárcel”, refutó la abanderada de la oposición, en referencia al primer esposo de Claudia Sheinbaum, Carlos Imaz, quien fue tomado en video mientras recibía fajos de billetes cuando era funcionario del jefe de Gobierno del entonces DF, Andrés Manuel López Obrador.
Luego explicó que no cometió ninguna ilegalidad “porque los contratos no fueron con la Comisión de Pueblos Indígenas”, sino con otras áreas de gobierno.
En su turno, Jorge Álvarez Máynez, criticó a las dos y a la administración lopezobradorista: “Este no es un gobierno que ha reducido la desigualdad. La reforma fiscal, ninguna de las dos se atreve a plantear. El ingreso per cápita prácticamente no ha crecido en este sexenio, pero las empresas más ricas sí tuvieron un crecimiento en la bolsa de Nueva York”.
Xóchitl Gálvez volvió a la carga contra la candidata oficial: “no quiere decir que en su gestión se redujo la construcción de vivienda en la Ciudad de México”. En cambio, agregó, “se hizo de una vivienda” aunque en el debate pasado dijo que no tiene casa. De hecho, tiene cuatro, asestó:
Señaló que “este gobierno abandonó el campo, desapareció apoyos como coberturas, seguros y apoyo para equipos”.
Y a la intención de relacionarla con el gobierno de Vicente Fox, respondió: “soy Xóchitl Gálvez, no Fox; Fox está en su rancho. Yo me mando sola”.
Y siguió criticando: “Las obras de este gobierno son caprichos y ocurrencias. Dos Bocas es un capricho; no produce ni un barril de gasolina; la ocurrencia del Tren Maya llegó a decir que no se iba a quitar un solo árbol y tumbó siete millones, y hoy cuesta cuatro veces lo que se prometió. Cancelaron el aeropuerto (de Texcoco) por autoritarismo; dijeron que por corrupción, pero no hay nadie en la cárcel por corrupción”.
“La priandilla inmobiliaria”
Cuando llegó el momento de contestar preguntas ciudadanas en un minuto, en su turno la abanderada de la oposición respondió en el tema de economía: “lo primero es acabar la extorsión a los productores. En mi gobierno se va a acabar, no nos vamos a aliar con los delincuentes como el narcopartido Morena. Regresarán los apoyos y el crédito barato; vamos a duplicar los recursos en la Comisión de Agua, vamos a tratar las aguas residuales” para usarlas en el riego agrícola.
Claudia Sheinbaum, en cambio, mostró una vez más que vive en un mundo distinto del México real: “la única extorsión que conoce la candidata del Prian es la priandilla inmobiliaria”.
En su turno, Álvarez Máynez señaló que “40 por ciento de los hogares, más que al comenzar el sexenio, no tienen agua”.
Xóchitl Gálvez afirmó que “agua hay; lo que necesita este país es una ingeniera que sepa, reforestar, tratar el agua, reutilizarla”. Y volvió a la carga contra la morenista: “Hay una que dice que es científica, la invito a que se tome esta agua, tomada de la llave y analizada con notario (pone sobre el atril una botellita de agua turbia); la científica le da a la gente agua con heces fecales, con orines. Con 15 por ciento de la robadera se podía potabilizar toda el agua”.
Se dirigió a los habitantes de Yucatán: “No estoy en contra del Tren Maya, sino a que no tenga estudios de impacto ambiental”. Y ya sobre el tema del tren, “pregunto a la candidata de las mentiras si va a investigar a los hijos del Presidente ante las evidencias de la venta de balasto a sobreprecio”.
Claudia Sheinbaum no replicó. “No vale la pena responder, que presente su denuncia”, dijo sin siquiera mirarla. Luego habló de sus logros en electromovilidad en la Ciudad de México.
Álvarez Máynez aprovechó para lanzarle otro golpe: “Claudia disminuyó 20 por ciento el mantenimiento del Metro”, y por eso se le cayó.
Gálvez Ruiz agarró al vuelo el tema y remató: “La candidata de las mentiras dice que no tiene que ver en la caída del Metro, pero la empresa que contrató dice que la causa de la caída fue la falta de mantenimiento. Y año y medio antes le advirtió de las fallas. Se te cayó el colegio (Rebsamen). Se te caerá el país”.
La respuesta de Claudia Sheinbaum fue de lo más breve que pudo ser: “La línea 12 ya fue aclarado; siguen haciendo uso político de una tragedia”.
Cambio climático
En el tema del cambio climático, Xóchitl Gálvez advirtió que todos sus proyectos podrán ser realidad “si Pemex deja de perder dinero. Vamos a hacer que Pemex gane”.
Álvarez Máynez postuló que “la batalla que habrá de definir es la batalla contra el cambio climático” y advirtió que “necesitamos un nuevo modelo de energía”. Agregó que “tenemos que acabar con la refinería y la termoeléctrica en Tabasco. Este país pierde 20 mil vidas al año, y eso no es rentable. México no es rico en petróleo, pero sí en energías solar y eólica”.
Xóchitl Gálvez siguió atacando a Claudia Sheinbaum: “ni ella se cree los cuentos de que este gobierno ha protegido el medio ambiente. No dijo nada de la desaparición de la Conafor; de qué sirven las áreas naturales protegidas si (la Conafor) no tiene dinero”.
Se le lanzó a la yugular: “su empresa está entre las 700 empresas más contaminantes”.
Álvarez Máynez cerró su participación: “Hay que cumplir los acuerdos de Paris, los acuerdos internacionales, pero necesitamos una política comprometida con el futuro, que deje de mirar al pasado. No el gobierno que tiene la mirada puesta en los 70 y en los 80. Sobre todo, en el sur del país. Tiene que ser con otro enfoque, con respeto, con perspectiva sustentable y que haga frente al cambio climático”.