DIOS los hace y ellos se juntan
Por Esteban Barrientos
Hace años mi abuela nos preguntaba, ¿Con quien se juntan los gatos, pues con los gatos le respondíamos. Era una terapia para hacernos ver que teníamos que ver que importaba mucho con quienes nos relacionábamos, luego me decía, tu eres un chivo, te vas a juntar con ellos ¿verdad?
Hoy la política sigue el mismo curso.
Pero es bien extraño el caso de Fredy Barrera Mendez, después de ser cabeza de León, serio aspirante y líder de grupo, hoy mate toda una trayectoria política, dejando que la perversidad de Clara Bello le asesine tambien toda una vida de ser una figura en los corrillos políticos.
Le queda corto el puesto de matraquero, le queda inservible ser el sirviente advenedizo de un grupo político al que ya le cuentan los dias que le quedan para que se vayan a sus casas, una pandilla que se encuentra en la tela de juicio por los desvíos monetarios y las obras fantasmas del que todos los pueblos y rincones del municipio dan cuenta y con detalle.
Acaso Fredy Barrera no se da cuenta del repudio, de lo deshonesto y de lo que mas tarde será su propia vergüenza de ser el portavoz de quien engaña e intenta con mentadas y regaños, en su proselitismo inmaduro, ganar con mentiras lo que la gente ya sabe que no va a cumplir.
Freddy Barrera viene de una familia honesta, de unos padres que lo forjaron con la honestidad y principios que siempre lo marcaron en sus pasos en los andamios de la política. Y si bien es cierto, Barrera Mendez ha cometido pecados en la administración publica, nunca fueron del tamaño de la familia que ahora le dora la píldora prometiéndole un lugar en el cielo de Atoyac sin pasar por el infierno.
En fin, el actual vocero de la campaña tendría que emitir comunicados suplicando perdón al pueblo que ahora sabe que lo engañaron, que son unos hipócritas que tienen que acarrear gente a sus mitines porque nadie en su sano juicio se presenta a escuchar como en lugar de hablar defeca la candidata.
La sierra es el peor escenario que sufre la suspirante reeleccionista, los reclamos llegan a pesar de que los amedrentan, el miedo ya supera el que ya no quieren otros tres años de olvido y de que Clara Bello, siga gobernando siendo despota y grosera, muy al estilo de Patuta.
En fin, los chivos se juntan con los chivos.
Y las ratas, Dios los hace y ellos se juntan, digo, pues.