El hombre obtuvo la guarda y custodia total del hijo de ambos; ella impugna el fallo
Denuncia madre violencia vicaria de un narcisista controlador y violento, con la complacencia de autoridades
* La relación de pareja está terminando en una guerra de demandas y contrademandas
* Ella considera que el conflicto no ha sido resuelto con perspectiva de infancia y de género
Joel Solís Vargas
Impaciente, violento, irascible, conflictivo y posesivo, pero también inexplicablemente favorecido por las autoridades en los conflictos que suele generar; así describe Lizeth Adriana Sánchez Martínez a su exesposo, Mario Terán Sánchez, a quien disputa la guarda y custodia del hijo de ambos, un chiquillo ahora de nueve años, sustraído por su padre del seno materno hace cinco meses, el 30 de noviembre del 2023.
Ella, además, asegura que él es adicto al alcohol, vengativo, mentiroso y rencoroso, y el Centro de Convivencia Familiar Supervisada Guerrero —organismo del Poder Judicial del estado— informa que es “una persona manipuladora”.
Sin embargo, a pesar de todas las evidencias, después de un juicio de tres años que concluyó en el 2023, la jueza le otorgó completa, a él, la guarda y custodia del pequeño. Eso es lo que impugna Lizeth Adriana: que la juzgadora le haya quitado al niño, de un plumazo, su derecho a estar con su madre.
Mario y Lizeth Adriana se conocieron en el 2013, cuando él era alumno de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Guerrero y ella era empleada de la misma unidad académica, al mando del entonces director, José Luis Aparicio. En el 2014 se hicieron novios y se pusieron a vivir juntos. En el 2015 nació el bebé. Pero para entonces el encanto de la relación ya se había marchitado.
“Lo registramos. Primero, cuando nace mi hijo, lo registramos en el hospital, en el Seguro. Ahí podías registrar; te daba la opción de registrar al niño. Una vez que fuimos a vacunarlo registramos al niño como MGTS (omitimos su nombre para reservar su identidad), y después, en el 2016, sin que yo me diera cuenta, fue a quitarle el G (el segundo nombre); fue y me decía: ‘tú vas y se lo pones, yo voy y se lo quito’”, relata la mujer. Y el ego del narcisista se impuso: el nombre oficial del niño ahora es MTS, exactamente igual que su padre.
El conflicto ha derivado en una guerra de demandas y recursos judiciales:
1. Guarda y custodia (Mario, expediente 17-2/2020, juzgado 2° Familiar a cargo de la jueza Adriana Marina Flores Ruano) y apelación a la sentencia (Adriana, 2024);
2. Pensión alimenticia (Adriana, expediente 259-3/2022, juzgado 5° Familiar, 3ª secretaría);
3. Amenazas de muerte (Adriana, 2022)
4. Abuso sexual y maltrato infantil (Mario, 2022, carpeta de investigación 12030270101552080922, agencia del MP especializada en delitos sexuales y violencia familiar), y
5. Manipulación y abuso psicológico del niño (Adriana, 2022).
Más fuerte que de costumbre
Además, en el 2018, cuando el niño tenía cuatro años y ya entendía lo más evidente que pasaba en su familia, él la golpeó más fuerte que de costumbre: “yo levanto a mi bebé para llevarlo al kínder. Él llegaba borracho casi todos los días, a altas horas de la madrugada. Y me dijo que, pues, no, que no lo iba a llevar, y yo digo ‘no, pues mi niño tiene que cumplir’. Salimos mal, y en ese altercado es cuando él me pega más fuerte, y me da un golpe que casi me desnuca. Mi niño es el que les dice a mis papás ‘mi papá le pegó a mi mamá’. Y como ultimátum me dice (mi papá): ‘tomas una decisión: te quedas ahí o te vas a morir’”.
Ella entonces decide dejarlo. Y por consejo de su familia y por iniciativa propia, también decide permitirle quedarse con el niño los fines de semana. Pero, agrega, Mario no daba al pequeño los cuidados adecuados: “yo le prestaba al niño, todos esos años yo le prestaba al niño, pero eran situaciones de que al niño me lo dejaba solo, de que el niño corría como cierto peligro (…); me lo regresaba en trusa, enfermo; y por más que yo intentaba hablar con él, no”.
Jóvenes Construyendo el Futuro
Pero al mismo tiempo que en él iba creciendo el deseo de tener el control de la custodia del niño, el Diario de Guerrero, que se edita en Chilpancingo, publica el 29 de julio del 2019 una denuncia que le hacen, de fraude con becas del programa Jóvenes Construyendo el Futuro. Según esta denuncia, él tenía bajo su responsabilidad a 34 becarios y le quitaba a cada uno 2,600 pesos cada mes. Para que ellos no pudieran cobrar por su cuenta, él les retenía la tarjeta de débito que les da el programa.
Al respecto, días antes de eso, Adriana recuerda haber visto unas 25 tarjetas bancarias en poder de Mario. Le pareció extraño y sospechoso, y le recomendó: “ten cuidado”.
Mario convocó a una conferencia de prensa al día siguiente, 30 de julio del 2019, y rechazó esa acusación. Mostró una constancia de situación fiscal, que ninguno de los medios asistentes tomó a detalle, en la que, dijo, él aparece como persona física con actividad empresarial y profesional. Según su explicación, dado que no era persona moral, no podía contratar los servicios de muchachos afiliados al programa Jóvenes Construyendo el Futuro.
Cualquiera que haya presentado declaraciones fiscales sabe que eso no es así, que una persona física con actividad empresarial y profesional sí puede contratar a otras personas y pagarles salario y prestaciones laborales.
Pero ninguno de los reporteros asistentes lo cuestionó por eso, sino que, en apariencia, todos tomaron como cierta su versión, y en adelante ningún medio retomó el tema.
Tampoco nadie ha vuelto a denunciarlo “porque nadie quiere hablar en contra de él porque saben cómo es, saben que es peligroso, saben que es rencoroso, saben que es vengativo, es muy vengativo. Tú se la haces, tú se la vas a pagar”, resume Adriana.
¿Qué clase de poder tiene este hombre que todo resulta de la manera que él quiere? ¿Cuál es la fuente de ese poder?
Adriana se inclina por suponer que su influencia deriva de sus funciones en la Universidad Autónoma de Guerrero, donde comenzó como auxiliar general al principio de la relación y luego fue asumiendo más responsabilidades, incluido el coyotaje entre alumnos y maestros, sobre todo en el tema de los exámenes extraordinarios. También, más tarde, fue operador político de la campaña del fallecido Ricardo Taja a la presidencia municipal de Acapulco, con la facultad de repartir el dinero.
—Él ahorita ya trabaja en la Coordinación de la Zona Sur (de la Universidad Autónoma de Guerrero). Él es mano derecha de la coordinadora de la Zona Sur.
—¿Por qué tiene tanto poder?
—Porque les sirve a los maestros. Él les sirve… a lo que me comentaron. Yo busqué, por medio de otras personas, acercarme a (Javier) Saldaña (rector de la UAGro). Entonces me dice una de esas personas: “mira, tiene contacto con el primo de Saldaña y lo ubica perfectamente”. No sé, pero (el consejo de ese primo de Saldaña) fue: “es que no le podemos… Que deje así las cosas, no le vaya a pasar algo a tu amiga”. Yo voy con una amiga que se lleva súper bien con el primo de Saldaña; dice “que deje las cosas así; no le van a poder quitar al niño”. Siempre me han dicho que hay línea.
Eso solo, según Adriana, le ha permitido doblegar voluntades y doblar sentencias judiciales a su favor.
—Es que como él está dentro de la Universidad, él facilita las cosas, es coyote, tiene amigos muy cercanos; en el MP tiene a la mamá de una amiga muy querida por él, y siempre lo ha apoyado; en ciertos lugares tiene muchos conocidos, y le han facilitado las cosas, sí, en gran medida.
Guarda y custodia
Después del incidente de la acusación de fraude con las becas del programa Jóvenes Construyendo el Futuro, al año siguiente, 2020, Mario demanda la guarda y custodia compartida del niño (expediente 17-2/2020, juzgado 2° de lo Familiar), la cual le fue concedida, pero no compartida, sino total, una polémica decisión judicial que Adriana no ha podido comprender hasta la fecha y que apeló apenas en marzo de este año.
La pensión alimenticia
Mientras se desarrollaba ese juicio, en el 2022, Adriana demandó pensión alimenticia para el niño. El asunto fue radicado con el número de expediente 259-3/2022 en el Juzgado 5° de lo Familiar, donde las partes llegaron a un acuerdo: que ambos padres podrían disfrutar la presencia del niño, por separado. “Cumplíamos el convenio, pero al niño siempre me lo regresaba mal psicológicamente. Eran momentos en que el niño me hablaba (por teléfono) desesperado, diciéndome que si me iba a morir, o que si estaba bien, o dónde estaba… Se veía notorio el comportamiento del niño, porque ¿de dónde escuchaba la palabra que yo me iba a morir o que me iba a pasar algo?”
Agrega: “él siempre violentando los derechos de mi hijo y los míos. Si me tocaba prestárselo, el señor no me lo quería regresar; yo no sabía dónde estaba el niño”.
En este juicio, “el niño fue escuchado en varias ocasiones (…). El niño siempre ha manifestado que nos quiere a los dos, pero quiere vivir conmigo, lo cual no importó a la juez; no le importó la voluntad del niño. El niño sufre, y está tipificada al menos, pero no se ha podido al 100 por ciento, una alienación parental; el niño le tiene cierto miedo porque él lo amenaza y le dice que, si él dice algo, ya no lo va a querer o ya no lo va a llevar a su casa”.
Con tal de hostigarla, incluso hizo que un maestro de la Universidad amigo suyo, Sandino Hernández Salas, se hiciera pasar como actuario del Juzgado de Alimentos y lo llevó hasta la casa de los padres de ella para asustarlos, relata ella.
“Y siempre incomodándome a mí y a mis papás, siempre. Y siempre iba a mi casa a insultar o amedrentar, o me llevaba maestros, o me llevaba personas que supuestamente eran actuarios, pero al ratito no eran de ahí.
“Y siempre, siempre, siempre, los juzgados obviamente dándole el favoritismo a él; los expedientes no me los tenían; yo hablaba con el juez; me decía ‘señora, tranquilícese; mire, él es hombre’, o sea cuestiones así que decías ‘a ver, aquí debe haber igualdad en la situación y no favoritismo hacia nadie’”.
Abuso sexual
En el 2022, el 8 de septiembre, “él sale mal con mi hermano; porque en ese tiempo yo me fracturo, sale mi hermano a recoger al niño, que era el que me apoyaba en aquel entonces en ir a recogerlo a la escuela; salen mal verbalmente dentro de la escuela, y le dice el señor (Mario) en voz baja a mi hermano: ‘me las vas a pagar’. En efecto, se lleva al niño; va y denuncia abuso sexual y me lo regresa al otro día”.
—¿Por qué con tu hermano?
—Mi familia ya ha visto todo este desgaste mío, violento. Mi familia como que “ya decídete”, pero siempre respetuosa; mi hermano me decía “esto es como las drogas, hasta que tú quieras dejar a esa persona”. El día que yo decido dejarlo, mi familia me da el apoyo. Mi familia abogaba siempre por el bienestar de mi hijo, y lo tengo muy claro. Me decían “préstaselo, esto, lo otro”; pero me regresaba enfermo, me regresaba mal vestido, mal comido, o muchas situaciones que yo hablaba con él, y él me decía “es que tú no me tienes que decir nada”.
—Esta acusación de abuso sexual, ¿la formalizó?
—Sí la formalizó, consta en el MP, pero hasta ahorita no se ha podido proceder a nada. Se le hicieron todos los estudios al niño, toda la situación física, psicológica.
El juicio sigue su curso: “Dicen las autoridades que hay que esperar, pero esperar se supone que… lleva ya un año el caso”.
—¿Y no puede contrademandar tu hermano?
—Sí, pero se pretende contrademandar una vez que esté comprobada su inocencia. Que cierre el juicio.
El niño acaba por revelar que su padre lo obligaba a mentir, a decir que su tío lo tocaba en sus partes íntimas y que su madre lo golpeaba: “en la denuncia el niño nos dice ‘es que mi papá me dijo que tenía que decir eso y esto y esto’. El niño lo manifiesta después, sin manipulación de nosotros; lo acercamos al MP”. Y ella formaliza una denuncia por violencia psicológica.
El hombre no deja pasar el golpe: “él me fue a amenazar que se las iba a pagar; de ahí se hace la denuncia” por amenazas de muerte.
Enojado como estaba, el 15 de septiembre del 2022 entra a la escuela primaria de su hijo cuando transcurría una verbena con motivo de la Independencia de México y amenaza a sus maestros y a las madres y abuelas de los niños. Les dijo que los tenía vigilados. Todos quedaron patidifusos sin entender qué le ocurría a este hombre; “se puso muy agresivo; de hecho, consta en el juzgado 2°, que es donde se sigue la guarda y custodia; y las autoridades absolutamente no hicieron nada”.
La sustracción
La sentencia en el juicio por la guarda y custodia del niño recién fue dictada el 11 de enero de este año. Pero ya antes de eso, como su supiera en qué sentido sería el fallo, el 30 de noviembre del año pasado, Mario retiene consigo al pequeño y no le permite contacto alguno con su madre: “me quita al niño, no me deja verlo, no me deja hablar con él; no sé absolutamente dónde está mi hijo; me negaba las llamadas. Nada, contacto cero”.
Cuando por fin Adriana logra encontrarse con él, “mi hijo se ve atemorizado. Yo lo veo, quiero platicar con mi hijo, saludarlo; mi hijo regresa a ver al papá como para pedirle permiso de que pueda hablar con su madre o algún familiar, como en este caso me acompañó mi papá”.
Comenta: “el niño viene arrastrando toda una afectación por toda la violencia que el niño vio cuando yo estaba con él”.
Violencia psicológica
Así las cosas, ella decide denunciar violencia psicológica ejercida por Mario contra su hijo.
“Era tanto-tanto, que a mi hijo lo tenía estresado; incluso mi hijo llegó a parar al doctor por una gastritis, de que estaba tan estresado el niño de toda la situación. Yo le decía ‘mi amor, tú no tienes nada que ver, no te preocupes’. Después el niño me dice: ‘mamá, por qué me revisaron ahí (la zona íntima), por qué esto, por qué lo otro’. Explicarle a un niño de esa edad de por qué estaba pasando todo, era complicado. Cae mi hijo enfermo. Lo llevo con el doctor César Serna”.
“El niño después empieza a externar: ‘mamá, es que me hace dormir en medio de los dos; mamá, es que mi papá se fue a tomar chelitas; mamá esto, mamá lo otro’. El niño empieza a hablar solito; sin que nadie le pregunte; el niño empieza a hablar y hablar y hablar y a contar. Y en una de esas ocasiones el niño dice ‘sabes qué, mamá, mi papá me dice que si no decía esto me va a dejar de querer’. Y tanto-tanto, (que) se mete a la escuela en días de no convivencia supuestamente para dejar un documento, va hasta el niño y le dice ‘tú tienes que decir que tu mamá te pega, tú tienes que decir que tu tío te toca’”.
“Levanté esa denuncia; se encontraron los elementos pertinentes; se llevó a mesa de control, y en ese momento fue el juez Reynar David Ramírez Adame quien llevó la audiencia. Eso fue penalmente. Pero casualmente después de la sentencia cerraron el caso.
“Porque incluso la MP me dijo ‘no pidas ahorita que lo vuelvan a juzgar, porque te vas con los mismos elementos; vamos a encontrar más, pero deja la investigación abierta; por cualquier situación que esté pasando este tiempo, déjala abierta para que podamos actuar nosotros’. Casualmente sale la sentencia, y me mandan el mensaje al poco tiempo diciéndome que ya se había cerrado el juicio. Casualmente”.
Irregularidades
“En ese juicio, como le comentaba, había dos pruebas fundamentales, que ellos habían presentado, un video: cuando ofertas una prueba de video se llama cadena de custodia; el teléfono nunca fue custodiado, nunca hubo una como legitimar la información. Esa información la presentaron así, se la aceptó así el juez Reynar David Ramírez Adame. Había un oficio donde ellos mismos lo giraban a una persona y lo firmaba la misma persona; eran incongruencias dentro del mismo caso. Pero al fin y al cabo el juez no le tomó importancia, dijo que nos arregláramos en el juzgado de lo familiar, y ahorita ya cerraron ese juicio.
—Un buen licenciado puede volver a pedir abrirlo, con tantos incidentes que hay.
—Sí, Pero lamentablemente me cuesta más dinero. Y ahorita, por ejemplo, la Cecofam (Centro de Convivencia Familiar Supervisada Guerrero) también lo volvió a hacer; supuestamente ellos nos anuncian, nos notifican. Dos visitas de fin de semana se fueron donde yo no asistí. Yo estaba buscando y preguntando cuándo me tocaba (estar con el niño), cuándo me tocaba. Yo me presenté a la Cecofam, y (dicen) “es que (no notificamos); claro que notifican, siempre notifican, claro que siempre notifican ustedes, y me notifican vía WhatsApp”.
La apelación en guarda y custodia
—Ahorita se metió una apelación. Estamos en ese proceso. El abogado cree que realmente la van a ratificar porque está viendo la situación. Donde se puede hacer algo, me dijo él, es en la Judicatura. ¿Por qué él cree que la vuelvan a ratificar? Por esto (hace con la mano derecha la señal convencional del dinero). Estamos cien por ciento seguros que él dio dinero.
Fue por ello que se animó a hacer público el caso, dice Adriana, porque Mario, de una u otra manera, siempre se ha salido con la suya, incluso con trampas ostensibles.
Recuerda que Mario y un hermano suyo “también con su cuñada actuaron de la misma manera, le quitaron a los niños de la misma manera. Ella los denunció porque la sacaron a golpes (de su casa) hace muchos años, y nunca hicieron nada las autoridades. Porque ella no les otorgó el perdón, y casualmente cerraron el caso. Con lesiones, porque ella en su momento sí presentó la denuncia, con lesiones, y no les hicieron nada, a ninguno de los dos, ni a su hermano ni a él”.
—¿Tú tienes el contacto con esa señora?
—Sí; yo tenía hasta el número de carpeta de esa persona; se la di a mi primer abogado, y el abogado le dijo (a Mario) “mira, te van a sacar esto”, y él saca su carta de no antecedentes penales.
“Porque en el MP, Sandino (Hernández) Salas, que es maestro y amigo de él, tiene contactos en el MP. O sea sí tiene varios contactos dentro de los juzgados. En el penal también; yo cuando fui al penal (vi cómo lo saludaban): “hey, amigo; hey, amigo”. Mi papá me acompañaba; no era que yo dijera que estoy loca, no. (Mario) se burlaba: “ay, el casito; ay, el casito”.
Lo que sigue
—Vamos a presentar unas incidencias que se están llevando dentro (del juicio de guarda y custodia). Me toca convivir con el niño, porque causalmente la juez primero me deja la visita abierta, o sea que yo me podía quedar con el niño los sábados y domingos. Después, casualmente, me dice “no, esa convivencia es supervisada”. En la misma sentencia hace manifestación la juez que están las dos escuchas, (pero) no le hizo caso a las dos escuchas, y manifiesta que el señor es una persona manipuladora, y siendo una persona manipuladora le dio la guarda y custodia. Supuestamente era compartida, después él la pide compartida, y no, la juez se la otorga completa. A la juez no le importó la opinión del niño, que dijo con toda claridad que quería vivir con su mamá.
“Estamos en el proceso de apelación, y le digo las incidencias que se van a meter porque en la convivencia el niño ha manifestado ciertos comportamientos que nos tienen preocupados. Como, por ejemplo, de hecho, en la convivencia el niño me dice: ‘mamá, vamos a hacer el amor’; ‘mamá, mi tío Raúl le dio de beber a mis primos’; ‘mamá, me estaba ahogando’ (porque la nueva compañera de Mario fuma mucho), ‘yo me estaba ahogando, y ahí me tenían’; muchas cositas que debían tener el cuidado con el menor.
“En esta visita que pasó el niño estaba enfermo desde el domingo pasado. No sé si lo llevaron al doctor. Supuestamente sí, pero el niño, en vez de estar mejor, está mucho más enfermo. Siempre ha sido como mucha omisión de cuidados hacia el niño. Y eso se va a manifestar.
“Y estamos esperando los informes de la Cecofam, porque como el psicólogo está conmigo, tiene que estar pendiente de lo que el niño está manifestando.
“Incluso el niño habla de la pensión, el tema supuestamente donde nos habían dicho a los dos que no podíamos. Yo no le puedo tocar el tema, pero el niño me dice: ‘oye, ya te estas gastando el dinero de mi pensión’. Obviamente porque lo escucha en otras partes”.
Lizeth Adriana Sánchez Martínez no supo responder bien a bien por qué el le ha ganado casi todas las partidas en los juzgados. Pero sí cree saber por qué él la odia: porque lo intoxicó un coctel explosivo amalgamado con el narcisismo y los celos de él y la insumisión de ella.
Por lo demás, es evidente que, con varios juicios en curso, esta historia continuará.